Este San Valentín, el amor no entiende de distancias

Llevamos casi un año en el que palabras como distancia social, confinamiento, restricciones o vacuna, ya forman parte de nuestro día a día. En este contexto, se acerca un año más una fecha tan especial como es San Valentín, en el que tenemos sentimientos enfrentados. Por una parte, incertidumbre de ver qué sucederá en los próximos meses. Y por otra, la esperanza de que pronto esta pesadilla termine y podamos volver a abrazar a los nuestros.

Hasta entonces nos toca seguir teniendo detalles, gestos y regalos en la distancia, sin contacto interpersonal y muchas veces sin poder expresar cara a cara los sentimientos que nos encantaría sintetizar en besos, abrazos y caricias. Pero hay un lenguaje universal que desde hace siglos nos ha permitido hacer esto mismo sin que hubiera una pandemia de por medio. Las flores pueden ser nuestras aliadas como lo han sido tantas otras veces, pero con más motivo en este año en el que adquieren un significado más especial.

Si antes en San Valentín podíamos enviar flores para decir cosas como «te quiero», «eres el amor de mi vida» o «no puedo vivir si ti», este año podemos añadir más motivos, como «quiero que estés bien», «cuánto te echo de menos» o «ya queda poco para estar juntos». Las flores nos ayudan a manternos cerca, a pesar de las distancias sociales, nos permiten tener un contacto prolongado sin tener que ser convivientes, mantienen viva nuestra ilusión, la esperanza y el amor hasta que nos reencontremos.

Por eso, este año, este San Valentín no es solo para los enamorados, es para todos los que queremos a alguien a quien no podemos ver, para todos los que queremos recordar con amor a quienes ya no están con nosotros, para todos los que a pesar de las circunstancias vamos a dejar que el amor triunfe en nuestras vidas.

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